Cerramiento de madera las 4 claves para una correcta instalación
Lo primero a tener claro para la instalación del cerramiento de madera, es la función que va a tener y su ubicación. Si va a servir para separar ambientes interiores (como un pasaplatos), no es necesario que sea estanco ni cuente con aislamiento, al contrario de sí el cerramiento va a estar expuesto al exterior, como puede ser una ventana o una estructura pensada para la terraza.
Un cerramiento de madera de calidad puede evitar ruidos y un ahorro de hasta un 30% en calefacción y aire. ¿El truco? Una buena combinación de perfiles, cristales y apertura.
Después de tener claro la ubicación del cerramiento de madera nos vamos a guiar por las siguientes claves:
Ventanas: ¡ojo con las medidas!
Al elegir su tamaño, hay que medir el ancho del hueco, el alto y las diagonales. En el caso de que lleve persiana, la medida de la ventana, el cajón de persiana y los perfiles del cajón no deben superar la medida del hueco.
Si lo que quieres es tirar un tabique para poner un cristal o realizar un pasaplatos, además de tomar las medidas, lo más importante es que compruebes que la pared no es de carga.
Cristales: ante todo seguridad
Puedes optar entre vidrio transparente o, para zonas más íntimas, translúcido. Elige un cristal que tenga al menos 3 cm de grosor y, por razones de seguridad, que sea templado y securizado. Además, no olvides que cuanto más grosor y mayor sea la cámara, más aislará.
Y para cerrar los techos…
Hay paneles de policarbonato (más baratos) o de cristal fijo y móviles que, a su vez, se pueden accionar manualmente o con mando a distancia.
Si la cubierta es plana, una claraboya es buena idea. Y si es abuhardillada, lo mejor es una ventana pivotante manual o motorizada.
Sistemas de apertura: tipos
Tienes que valorar las limitaciones del espacio. Las correderas son ideales para zonas con muebles o pilares. Si tienes hueco para abrirlas, las abatibles son las más estancas. ¿La opción más acertada? Las oscilobatientes.
Consejos de mantenimiento
Evita cierres violentos (pueden ocasionar desajustes en la carpintería) y las posiciones intermedias en las manillas de apertura. Para prevenir el deterioro de los cierres, engrasa los herrajes por lo menos una vez al año.